Negociaciones de arrendamiento entre propietarios e inquilinos
Los contratos de arrendamiento residencial y comercial son intrínsecamente diferentes en cuanto a su formato, términos y condiciones. Por lo tanto, a la hora de negociar, debe actuar con prudencia, ya que pueden surgir varios aspectos legales complicados que le harán preguntarse cómo salir airoso de ellos. Es una tarea que es mejor dejar a los profesionales. Un abogado calificado de Daniel Albert Law Firm puede ayudar a identificar las trampas y determinar la mejor protección disponible para usted en el futuro.
Un contrato de arrendamiento de vivienda es bastante sencillo y uniforme. Si un propietario alquila su espacio a varios inquilinos, las condiciones de alquiler de cada uno serán comparables. Los propietarios pueden indicar las normas de conducta, minimizando el desgaste innecesario y los contratiempos. Los plazos pueden variar mensualmente o durar hasta un año y negociarse al abordar una renovación. Los propietarios también tienen responsabilidades claras ante los inquilinos para atender a tiempo las solicitudes de mantenimiento, emergencia o servicios públicos.
Un contrato de arrendamiento comercial es mucho más intrincado y adaptado, teniendo en cuenta los intereses del arrendador. Si los propietarios alquilan su espacio a varias oficinas, el contrato de cada empresa será diferente. Los contratos de alquiler durarán varios años juntos. También pueden modificar las condiciones para recibir un porcentaje de los beneficios además del alquiler mensual. Las empresas y los propietarios podrían compartir las responsabilidades de desarrollo y mantenimiento. Por lo tanto, la negociación de un contrato de arrendamiento comercial puede ser compleja. Antes de firmar, las empresas suelen revisar el acuerdo y buscar la ayuda de un abogado cualificado para la revisión del contrato/arrendamiento. Un profesional puede ayudar a la empresa a firmar unas condiciones que redunden en su beneficio, en lugar de obstaculizar su reputación y crecimiento empresarial.
Los incumplimientos de contrato son más comunes en los arrendamientos residenciales y comerciales. Sin embargo, cada uno de los casos puede ser tratado de forma diferente. Ni los abogados ni los tribunales los consideran con un sesgo equivalente. Por lo general, en los conflictos de arrendamiento de vivienda, la tendencia se inclina ligeramente hacia el inquilino, y la mayoría de los gastos legales recaen en el propietario. Pero, cuando se trata de un litigio por un contrato de arrendamiento comercial, la responsabilidad recae en ambas partes, ya que comparten los términos desde un lugar igual.
La prevención de conflictos debe ser el enfoque principal de los contratos de arrendamiento entre propietarios e inquilinos. Uno siempre debe asociarse con un abogado inmobiliario para anticiparse a posibles escenarios y evitar costosos errores futuros. El abogado también puede elaborar un método sistemático para gestionar las revisiones.
La precisión es la clave para redactar y negociar un contrato de arrendamiento residencial o comercial. No hay que seguir con un modelo antiguo, sino personalizar el acuerdo para que refleje los nuevos términos acordados de la transacción. Contar con un abogado que haga el trabajo duro preservará sus derechos, evitará cualquier responsabilidad, eliminará los cambios inapropiados y negociará el lenguaje habitual dando a los clientes la mayor flexibilidad.
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El abogado Daniel Albert tiene más de 15 años de experiencia practicando la ley y ayudando a miles de clientes a lograr los resultados deseados. Mantiene un exitoso historial de representación de inquilinos y propietarios durante sus negociaciones de arrendamiento. El bufete de abogados Daniel Albert tiene su sede en Houston, pero extiende sus servicios legales a los 50 estados, así como al extranjero.
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